El Yorkshire Terrier en terapia asistida por animales.
Las Terapias e Intervenciones Asistidas por Animales, están cada vez más en auge en nuestro país, pero, ¿realmente sabemos qué son?
Los animales tienen una capacidad ilimitada para la aceptación, la adoración, el perdón y el amor incondicional, y ya desde tiempos remotos, se dice que los animales acompañaban a las personas en sus momentos de soledad, de enfermedad o de alteración orgánica cualquiera que fuere, y es por ello que se ha demostrado que los animales actúan como potenciador emocional. Los animales no tienen prejuicios ni juicios sobre las personas, ofrecen una compañía genuina, desinteresada, noble e incondicional.
A modo de ejemplo, se conocen evidencias de que ya en la antigua Grecia se daban paseos a caballo a las personas que padecían enfermedades incurables como parte de la terapia para aumentar su autoestima.
Por todo ello, para nosotros como psicólogos, los animales aportan un valor añadido a nuestra atención, sumando efectividad, mayor rapidez en la obtención de resultados, mayor motivación al cambio y a su permanencia en el tiempo, potencian el vínculo terapéutico, favorecen la descontextualización y desestigmatización…
Los animales son unos terapeutas natos, puesto que elevan nuestra tasa de aptitud positiva, y a su vez, la calidad de vida y nuestra supervivencia.
Las Terapias Asistidas por Animales, son terapias guiadas por un profesional de la salud (habitualmente un psicólogo), dirigidas a objetivos concretos como parte integral de un proceso rehabilitador, donde el factor destacable es la interacción animal-persona, y cuyo propósito es la mejora del destinatario para los ámbitos para los que haya sido diseñado el programa. Todo el proceso debe estar documentado, recogiendo las evaluaciones sucesivas y las mediciones de los progresos de los destinatarios.
Por otro lado, las Intervenciones Asistidas por Animales, serían aquellas cuyo objetivo fuese realizar actividades de beneficio motivacional, educacional o recreativo/lúdico con el objeto de mejorar la calidad de vida de los destinatarios pero careciendo de objetivos terapéuticos específicos y de evaluación/seguimiento del progreso del paciente.
A día de hoy, desde el Grupo de Trabajo de Terapia Asistida por Animales del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, en colaboración con otras entidades, se está elaborando un proyecto con el fin de llevar a cabo una acción reguladora de esta profesión, en cuanto a la buena praxis de los profesionales implicados como a la elaboración de protocolos de bienestar animal y zoonosis, para poder así procurar ofrecer una calidad óptima y ética en este tipo de atenciones.
Y ahora, pasamos a hablar de lo que invita a leer el título de este artículo, el empleo del Yorkshire Terrier en este tipo de terapias e intervenciones.
El carácter alegre, cariñoso, juguetón, muy inteligente, hábil para el aprendizaje, fiel e inseparable del ser humano, ya son cualidades óptimas y suficientes para incluirlo en nuestros equipos de terapia, pero además posee unas características físicas que son sumamente apropiadas para ello, como el sedoso pelaje, el tamaño y el peso, una fisionomía facial amigable, mirada empática (factor muy importante, pues favorece la conexión emocional con los intervinientes) y un pelo reconocido por ensayos clínicos como “hipoalergénico”, por lo que favorece y hace posible este tipo de acciones con personas diagnosticadas de alergias o patología similar limitante.
En este tipo de terapias o intervenciones un perro de tamaño pequeño siempre es una pieza clave para los trabajos de estimulación sensorial, para personas con parálisis total o parcial, enfermedades poco frecuentes y un largo etcétera…pero se requieren ciertas cualidades y características que los individuos de Yorkshire Terrier suelen reunir.
En nuestro equipo contamos con un ejemplar de esta raza donado por el CEYT, que es un terapeuta excepcional y una pieza esencial que no falta nunca en nuestras intervenciones, y que junto a sus ya compañeros y a los nuevos que están viniendo, como nuestro cachorro de pastor australiano (cedido por “Las Merindades”), forman un gran equipo terapéutico que favorecen una guía excelente del alma humana.
Nuestros perros están minuciosamente seleccionados, educados y adiestrados con el máximo rigor profesional.
Asimismo, podríamos añadir que el Yorkshire Terrier es una raza de las más conocidas a nivel nacional siendo muy demanda para los núcleos familiares, que acompaña a las personas con su pequeño tamaño pero su gran corazón; por lo que después de lo expuesto anteriormente, no creo que quede ninguna duda sobre el potencial de esta raza para apoyar cualquier tipo de interacción con el ser humano, sea cual sea, podemos estar seguros que tendremos un fiel y buen compañero de viaje de vida.
Susana González Sabino
Psicóloga y Experta en TAA
Fundadora “Armonizados Psicología”
Coordinadora “Grupo de Trabajo de TAA del
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid”