En el Club Español del Yorkshire Terrier consideramos que, ninguno de sus miembros deberá utilizar dicha terminología, por una buena razón:

Todos los criadores pueden, ocasionalmente, tener un Yorkie muy pequeño, (totalmente sano), pero siendo responsable, nunca lo utilizará en su programa de cría.

Muchos de ellos prefieren, en general, pesos que oscilen entre los 1,900 y 3,178 Kg., esperando que ésos tamaños mantengan las deseadas características de un perro pequeño con una óptima salud. El Standard del Yorkshire Terrier dice que “el peso no debe exceder de los 3,178 Kg”, y, como futuro propietario de una mascota, debería darse cuenta de que incluso con su peso tope, el Yorkshire sigue siendo un perro pequeño. (Hembras de menos de 2.300 son consideradas, por muchos criadores, como no adecuadas para la cría).

Circunstancias muy especiales acompañan a los tamaños muy pequeños. Son extremadamente susceptibles de tener problemas de salud heredados y no heredados, incluyendo defectos de nacimiento que pueden no ser detectados en bastante tiempo. Otros problemas comunes podrían ser, pero no se limitan solamente a ellos, diarreas y vómitos, además de tener que realizar costosos test antes de, por ejemplo, una limpieza de boca o una cirugía, porque, cuando tienen tamaños tan pequeños es más fácil que tengan reacciones adversas a la anestesia y fallezcan por ello.